Primero, cabe destacar que la sesión tendrá que estar planificada con antelación. Antes de que llegue el momento ya tendremos que tener claro los ejercicios que vamos a realizar, los materiales que serán utilizados, el tiempo disponible...Pero, a la hora de comenzar el entrenamiento, podremos utilizar lo denominado como flexibilidad. Ya que esto nos permite poder variar la sesión en beneficio siempre del grupo.
Cuando ya lleguemos a la zona de entrenamiento, tendremos que empezar por lo más básico pero también algo de lo más importante: Movilidad articular, calentar y estirar. Estos elementos son esenciales para evitar cualquier tipo de lesiones o daños durante la sesión, ya que consiste principalmente en una fase de activación corporal.
Dependiendo de la intensidad con la que vayamos a desarrollar el entreno, tendremos que llevar a cabo una activación más ligera o más intensa.
Posteriormente, pasaremos a desarrollar la parte centra/principal de la sesión, es aquí cuando entra en acción la libertad del técnico para elegir los ejercicios acordes con el objetivo a lograr ese día. Existen muchos tipos de entrenos (como hemos dicho en el primer párrafo) pero en todo ellos tenemos que buscar que:
- Los chic@s participen de forma dinámica en los ejercicios
- Los ejecutantes realicen los ejercicios lo mejor posible (podremos darles información cuando tienen que mejorar algo)
- Asegurar la seguridad de los participantes
- Actuar de forma correcta ante cualquier imprevisto
- Buscar alternativas en caso de que se de algún problema
- Saber tratar de forma individualizada a todos
La parte final del entreno, consistirá en la denominada vuelta a la calma, en la cual el objetivo es relajarse progresivamente bajando las pulsaciones de los participantes. Para ello podemos realizar algún juego y unos estiramientos obligatorios.