Solamente las personas que practican algún deporte serán conscientes de este hecho, ya que lo que más se ve desde fuera es la rivalidad entre los deportistas, luchando cada uno por sus objetivos. Pero debemos indicar que el deporte no es solamente intentar ser el mejor, sino que existe un montón de situaciones que no se ven a simple vista.
Cierto es que en las edades de formación, hacer deporte es un método empleado por ciertos padres y madres para que sus respectivos hijos socialicen con otros niñ@s con las mismas aficiones, pero , ¿Esto es un hecho que solo se da en niñ@s? Pues no. Ya en edades más avanzadas son muy numerosos los casos en los que dos rivales pasan a ser amigos o a tener una relación afectiva que va mucho más allá del deporte y la competición.
En muchos casos (hablando desde la experiencia) llevar muchos años años practicando el mismo deporte, implica ir relacionándote de una manera u otra con más deportistas con los cuales colaboras, rivalizas, compites...Pero después de estar tanto tiempo jugando ,con o contra ell@s, es normal que acabes teniendo más confianza con esos "rivales", ya que prácticamente creciste deportivamente con ell@s.
Personalmente, opino que esto es una de las cosas más bonitas que tiene el deporte, la capacidad de forjar amistades partiendo de una rivalidad previa. En muchas ocasiones estas amistades acaban siendo de las más importantes en la vida de un deportista, ya que como dije antes, no todo es competir.
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